Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo. Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir; su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado… su tiempo el abrazarse, y su tiempo el separarse…» Eclesiastés 3, 1-8
Con profunda emoción me despido de toda la comunidad educativa de los Niveles Inicial y Primario de la Institución al encontrarme recientemente jubilada.
Como lo enuncia la Palabra en el texto bíblico hay etapas en la vida que vamos cumpliendo y en mi caso destaco que he tenido la dicha de haber trabajado con vocación en lo que siempre sentí era mi misión: educar. El J.M.J. agregó el plus de hacerlo en el marco de la fe y los valores cristianos.
Agradezco al colegio tantos años de cobijo como alumna, docente y directora; durante ellos conocí a distintas personas que enriquecieron mi caminar: Hnas. de la Congregación, representantes legales, supervisoras, colegas y compañeros, personal no docente, padres de familia, pequeños y grandes estudiantes… También a otros profesionales y personas en general que se acercaron a la escuela con proyectos para promover aprendizajes de calidad en el alumnado.
Además de rostros rememoro eventos, viajes, celebraciones religiosas, grandes alegrías y algunos escollos con los que tropecé. Por ello es esta la ocasión para pedir disculpas a quienes esperaron de mí lo que yo no pude o no supe brindarles.
En lo personal la vida me regala ahora tiempo libre, para disfrutar y abocarme más a la familia, a veces postergada por obligaciones laborales, y me siento con energía para empezar a aprender nuevas cosas por hacer.
Me retiro del trabajo y lo hago sinceramente con pena por verme privada de recibir los besos y abrazos de los niños y de escuchar sus voces en el tradicional saludo, pero en estos tiempos muchos han tenido privaciones mayores por lo que todos, en algún aspecto, nos vemos obligados a poner a prueba la aceptación y comprometer la confianza en que si nos ayudamos entre todos nuestras vidas podrán recuperar algo de lo que nos falta hoy.
Es mi deseo que puedan recordarme con lo mejor que pude dar a cada uno que me rodeó. Los abrazo con y desde el corazón.
Srta. Claudia Bella
MAESTRA